El primer ministro de Inglaterra Keir Starmer aseguró que la soberanía de Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas se trata de una cuestión “personal” y afirmó que “son británicas y seguirán siendo británicas”.

"Mi tío casi pierde la vida cuando su barco fue torpedeado defendiendo las Falklands", dijo Starmer antes de sostener que las Malvinas "seguirán en manos británicas". Lo manifestó hoy, en la sesión de control en la Cámara de los Comunes.

Starmer analizó las tensiones con Argentina, que se mantienen desde antes de la guerra de 1982, tras la decisión de Gran Bretaña de retornar la soberanía de islas Chagos (la última colonia británica en África) a Mauricio, un territorio que estaba en disputa desde 1960.

Además de Malvinas, todavía están bajo dominio de Reino Unido las Islas Pitcairn, Anguila, Monserrat, Bermudas, Turcas y Caicos, islas Caimán, Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña.

Después del acuerdo con Mauricio, Gran Bretaña emitió un comunicado, ya que puede generar "inquietudes" respecto de la soberanía de Malvinas, y aclaró que "los contextos legales e históricos" son diferentes.

"El Gobierno del Reino Unido mantiene su compromiso de defender el derecho a la autodeterminación de los habitantes de Islas Malvinas, y el compromiso inquebrantable de Reino Unido de defender su soberanía sigue intacto", remarcó la gobernadora de Malvinas, Alison Blake.

Qué dijo Diana Mondino

La canciller Diana Mondino dijo ayer en Nueva Delhi que la Argentina y el Reino Unido no están discutiendo sobre la soberanía del archipiélago.

“No estamos discutiendo a quién pertenece qué. Estamos discutiendo cómo podemos trabajar juntos”, dijo durante su visita a la India, que culminó este martes.

La ministra destacó que el diálogo iniciado con Reino Unido sobre las islas Malvinas es “el primer paso” dado por las dos naciones en 42 años.

El diálogo impulsado en Nueva York el 24 de septiembre por Mondino y el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, al margen de la Asamblea General de la ONU, provocó polémica en el mismo gobierno.